El inventor francés Ludovic Lazareth es un tipo peculiar. Es considerado como el discípulo del diseñador de automóviles italiano-suizo Franco Sbarro e inició su carrera como preparador de coches y motos, pero ha avanzado hacia la creación de prototipos y vehículos increíbles.
Entre ellos, podemos destacar el triciclo impulsado por un motor V8 de Maserati (Wazuma V8M) o la motocicleta de cuatro ruedas, que bautizó con el nombre de LM 847.
Ahora, con la última de sus creaciones parece que va contracorriente. Con algunas marcas que han apostado por la creación de coches voladores, él ha optado por abrir un nuevo nicho de mercado, el de las motos voladoras.
Moto para calle, moto para aire
Precisamente, la citada LM 847 sirve como base a su motocicleta voladora, denominada La Moto Volante 496 o LMV 496. Y parece que va en serio, habida cuenta de que en varios vídeos que ha publicado en Youtube se puede ver que ha logrado flotar a un metro sobre el suelo, teniendo que ser atado porque Lazareth y su equipo de ingenieros aún no han descubierto muy bien cómo equilibrar todo el empuje del jet que empuja a la LMV 496.
Sí, propulsión a chorro. Cada rueda tiene una turbina JetCat de 96.000 rpm incorporada y, en conjunto, las cuatro producen empuje vertical de hasta 240 kg, algo que se combina con el escaso peso del conjunto: apenas alcanza los 150 kilogramos (cuatro paracaídas, por si las moscas, están incluidos).
Lo que hace que la creación de Lazareth sea única, sin embargo, es que, la LMV 496 puede viajar por la carretera. Las mismas cuatro ruedas que le elevan son también eléctricas y le otorgan una autonomía de 100 kilómetros.
El truco para pasar de transporte terrestre a aéreo es un novedoso sistema hidráulico que gira las cuatro ruedas desde la orientación vertical de una motocicleta a una posición horizontal similar a la de un helicóptero, dejando el empuje de los JetCats apuntando directamente hacia abajo.
Fuente: autocasion.com