La reciente clausura de talleres de motocicletas en Trujillo plantea desafíos para los comerciantes locales.
En un operativo reciente, la Municipalidad Provincial de Trujillo (MPT) cerró dos talleres de motocicletas ubicados en la avenida Perú, destacando un enfoque que puede perjudicar a los comerciantes locales. Estas acciones fueron impulsadas por preocupaciones sobre la ocupación de vías públicas, pero el impacto sobre los talleres y sus propietarios ha sido significativo.
El operativo, que involucró a las subgerencias de Licencias y Comercialización, Gestión de Riesgos y Desastres y Seguridad Ciudadana, junto con la Policía Nacional y el Ministerio Público, se centró en la clausura de negocios por la ocupación de áreas destinadas al tránsito y la falta del certificado de Inspección Técnica de Seguridad en Edificaciones (ITSE). Sin embargo, este enfoque ha dejado a muchos talleres sin una alternativa viable para operar.
Para los motociclistas, esta situación es particularmente perjudicial. Los talleres cerrados representan una pérdida crítica de servicios esenciales, como mantenimiento y reparaciones que son vitales para el buen funcionamiento de sus vehículos. La falta de espacios adecuados para estos talleres también significa que los motociclistas deben enfrentar largas distancias para encontrar servicios confiables, aumentando los costos y complicando la movilidad.
A pesar de las advertencias y esfuerzos de sensibilización por parte de las autoridades, algunos comerciantes continúan enfrentando dificultades debido a la falta de alternativas para cumplir con las normativas sin afectar su negocio. Esto ha llevado a nuevas intervenciones y la amenaza de decomiso de bienes, una medida que puede tener un impacto severo en la viabilidad de los talleres.
La subgerente de Licencias y Comercialización, Vicky Mori, ha mencionado que se realizarán operativos adicionales en otros puntos de la ciudad. Sin embargo, la implementación de estas medidas sin ofrecer soluciones adecuadas para los talleres puede resultar en una mayor presión sobre los propietarios, que ya enfrentan desafíos significativos.
El impacto de estas medidas también se extiende a los motociclistas, quienes se ven afectados directamente por la falta de talleres accesibles. La ausencia de servicios cercanos y confiables complica la reparación y el mantenimiento de sus vehículos, lo que puede llevar a mayores costos y problemas de movilidad para quienes dependen de sus motocicletas para sus actividades diarias.
La situación actual destaca la necesidad urgente de una solución integral que permita a los talleres de motocicletas operar de manera legal y segura, sin sacrificar su sostenibilidad económica. El desafío es encontrar un enfoque que beneficie tanto a los ciudadanos como a los comerciantes, asegurando que las medidas adoptadas no resulten en un perjuicio desproporcionado para los propietarios de motocicletas que necesitan acceso a servicios de reparación.