Ana Carrasco y María Herrera: las referentes en MotoGP que inspiran a la próxima generación de mujeres piloto

‘Ride like a girl’ es un lema que, lamentablemente, se ve poco en el Mundial de Motociclismo actual. En el Día Internacional de la Mujer, es el momento perfecto para reconocer a aquellas que dieron el paso y tuvieron -y continúan teniendo- la oportunidad de competir en importantes campeonatos de todo el mundo. No es fácil abrirse camino en este deporte, como pueden atestiguar Ana Carrasco, María Herrera, Taru Rinne, Tomoko Igata o Katja Poensgen. Todas ellas son modelos a seguir para innumerables niñas, ya que son las únicas que han conseguido puntuar en alguna carrera del Mundial de MotoGP.

El regreso de Ana Carrasco al Mundial de Moto3 en 2023, la piloto murciana se embarca en su segunda temporada con el objetivo de seguir mejorando su rendimiento. En 2022, Carrasco compitió con el equipo BOÉ SKX y tuvo que lidiar con muchos obstáculos debido al lastre de 10 kilos que debía llevar para cumplir con el peso mínimo de la categoría. A pesar de algunos altibajos en sus resultados, la piloto española afronta el nuevo año con la intención de plantar cara desde el principio.

María Herrera, otra piloto española que compitió en el Mundial hace pocos años, compartió parrilla con Ana Carrasco en 2015, lo que marcó un momento histórico al haber dos mujeres en la categoría de Moto3. Antes de unirse al Mundial de Supersport 300, Carrasco tuvo varias temporadas con KTM mientras que Herrera forjaba su propio camino en el Mundial. En 2015, María tuvo una temporada bastante positiva, logrando el puesto número 11 en Phillip Island y sumando puntos en varias carreras más. Actualmente, Herrera es una de las referentes en la categoría de MotoE y competirá en 2023 con el equipo de Jorge Martínez ‘Aspar’, junto a Jordi Torres como compañero de equipo.

Otras referentes femeninas en el mundo del motociclismo: Tara Rinne como la pionera; la finlandesa compitió en el Mundial de 125cc en 1989, donde se enfrentó a Álex Crivillé y logró una primera fila en Hockenheim y un séptimo puesto en ese trazado alemán. Tamoko Igata también fue una pieza importante en el Mundial de 125cc entre 1994 y 1995, sumando un total de 30 puntos, la mayor cantidad hasta la fecha. En 250cc, en el año 2001, Katja Poensgen irrumpió en la escena y se convirtió en la primera ganadora de la Junior Cup en Alemania. En esa misma temporada, tuvo la oportunidad de saltar al Mundial de 250cc, donde logró un 14º puesto en Mugello en su quinta carrera.

A pesar de los avances, la situación de las mujeres en el Mundial de Motociclismo sigue siendo dramática. Esta falta de representación femenina en el deporte sigue siendo un problema y se ha hablado de la posibilidad de estrenar en 2024 una Copa del Mundo femenina de motociclismo para darles más visibilidad y recursos. Aunque esta iniciativa sería bienvenida, no podemos ignorar que actualmente es solo una mujer compitiendo regularmente en el Mundial de Motociclismo frente a cientos de hombres, lo que hace que el contexto sea preocupante para todos.