Hay pocas afirmaciones que se puedan hacer de una manera tan tajante como la de decir que el ABS salva vidas. Aunque durante mucho tiempo hubo quien se oponía a este sistema, que evita que el neumático se bloquee en caso de frenada de emergencia o falta de adherencia en la superficie sobre la que circulamos, hoy en día todos hemos podido comprobar que este artefacto nos ha salvado de algún susto.
No hay más que acudir a un centro de pruebas como el HIS de Honda o cualquier otro centro especializado y probar, en las mismas condiciones, una moto con y sin ABS para terminar de entender que por muy buenos y hábiles que nos creamos los módulos de gestión son mejores que nosotros. Sin paños calientes, la máquina nos supera con creces y tiene la capacidad de administrar el frenado apurando hasta el límite la adherencia pero sin sobrepasarlo.
Afortunadamente y desde la llegada de la Euro4. todas las motos de más de 125 deben llevar ABS y las de hasta 125 tienen que optar bien por el ABS o bien por la frenada combinada. Pero, lógicamente, hay muchas motos anteriores que no disponen de él porque aunque ahora nos parezca mentira, hasta ese momento era algo optativo. Un extra que había que pagar aparte en el caso de que estuviera disponible para ese modelo.
Por eso hay muchas motos circulando sin ABS, y equipar una vieja moto con un sistema de ABS era un auténtico embrollo cuando era posible. Por eso se nos ha encendido la bombilla cuando hemos visto los sistemas que Bosch ha desarrollado para bicicletas eléctricas. Con la proliferación de este tipo de vehículos que tienen más peso y prestaciones que las bicicletas de propulsión animal (nosotros dando pedales), las velocidades e inercias son superiores y las frenadas pueden complicarse y llegar a situaciones muy similares a las de la moto. De hecho, consideran en Bosch que prácticamente el 30% de los accidentes de bicicleta se podrían evitar solo contando con ABS.
Sea como fuere y llevando el asunto a nuestro terreno, lo interesante de este nuevo producto es que su módulo de ABS es muy pequeño y los sensores han sido desarrollados de manera que se pueden instalar en los discos que emplean las bicicletas. No hay que hacer modificaciones sustanciales aunque sí deben de ir instalados de serie como en las motos, y no están diseñados para instalar a posteriori. La cuestión es que con módulos tan pequeños y teniendo en cuenta que nuestro parque móvil tiene muchas motos sin ABS, sería más que interesante ver como la firma alemana podría adaptar este avance para poder ponerlo casi a modo de “plug and play”. Eso sí, seguiríamos teniendo que cambiar bastantes componentes para terminar homologando el conjunto, aunque seguro que merecería y mucho la pena.