Cuando se monta en moto se debe ir protegido de los pies a la cabeza. En muchas ocasiones, esa protección empieza por la parte quizá más frágil e importante, la propia cabeza, y posteriormente baja por el cuerpo en forma de chaqueta, guantes y pantalones, hasta llegar a la única parte que está en contacto con el suelo, los pies. Nuestras extremidades inferiores están sumamente expuestas a riesgos cuando montamos en moto, por eso es de vital importancia prestarles la atención adecuada.
¿Por qué protegerse con botas en moto?
Puede parecer obvio, pero la función del calzado de moto es la de proteger el pie, el tobillo y la espinilla. En muchas ocasiones no se le da la importancia que requiere, pero en el uso cotidiano de la moto, los pies son una de las partes del cuerpo que mayor riesgo corre aún sin sufrir un accidente. Ni que decir tiene, que el empleo de calzado es imprescindible para circular por carretera, campo o circuito, pero en ciudad también se deben proteger los pies con las diferentes opciones disponibles.
¿Qué tipos de botas existen?
Al igual que sucede con las propias motos, hay diferentes opciones para proteger los pies en función de la modalidad que se elija. Como las necesidades de seguridad y confort no son las mismas, tampoco lo son las cualidades de cada tipo de calzado.
Botas de carretera: También se las conoce como botas touring. Suelen ser de caña alta y su nivel de protección es elevado, pero también están diseñadas teniendo en cuenta la comodidad, al ser modelos que se usan durante periodos prolongados. Su principal virtud es que permiten andar cómodamente una vez se aparca la moto.
En su fabricación se combina la piel con materiales plásticos y metálicos que le aportan una mayor resistencia. Dependiendo del modelo también pueden contar con membranas transpirables e impermeables.
Botas racing : Son de caña alta y están diseñadas para un uso deportivo. Suelen ser rígidas y ligeras y ofrecen el mayor nivel de protección. Dependiendo de los modelos, incorporan protecciones y refuerzos en los puntos más importantes del pie y el tobillo.
En cuanto a confort, no están pensadas para andar y son incómodas para otra cosa que no sea montar en moto. Eso sí, son el aliado indispensable en los circuitos. En el caso de las botas racing de gama superior pueden contar con todo tipo de detalles como: articulación a la altura del tobillo, piezas intercambiables, deslizaderas de aluminio, etc. Además, en algunos modelos, como sucede con las botas Alpinestars Supertech, tienen unos botines interiores que aportan un extra de sujeción y confort.
Botas de off road: En este grupo se encuentran las botas de enduro, motocross, supermotard y trial. Este tipo de calzado guarda una gran similitud entre sí, ofreciendo protección casi hasta la rodilla y una rigidez que minimiza las consecuencias de los impactos que puede generar la práctica de estas disciplinas. Para ofrecer una fijación y ajuste máximo, la mayoría de estas botas cuentan con cierres específicos mucho más resistentes que en cualquier otro tipo de bota.
Además de sus protecciones internas, disponen de diferentes refuerzos metálicos y plásticos externos para evitar el degaste prematuro, ya que suelen estar sometidas a grandes esfuerzos. El confort no es su gran virtud, aunque dependiendo de la bota elegida varía, ya que hay modelos más o menos cómodos.
Aunque comparten algunas características con el resto de la familia, las botas de trial, suelen ser más flexibles y bajas, buscando una mayor libertad de movimiento sin renunciar a la seguridad.
Calzado urbano-casual: Circular por la ciudad no implica tener que descuidar la integridad de los pies. Por ese motivo hay un calzado específico pensado para su utilización a diario sobre dos ruedas. Con soluciones de seguridad tomadas de los modelos touring tales como la protección de maléolo, refuerzos en la zona del talón o el empeine, etc., se adaptan en forma y estética al calzado más cotidiano.
Así surgen los botines y zapatillas para moto, que protegen el propio pie y, en determinados casos, el tobillo, de golpes, torceduras, roces…
Son modelos en los que prima el confort y el diseño. Tienen las prestaciones de cualquier zapato normal pero, además, ofrecen una seguridad para poder utilizarlos en moto que el calzado convencional no proporciona.
¿Cómo elegir tus botas ideales?
A la hora de elegir el calzado hay que valorar diferentes factores que van más allá de elegir la talla correcta. Además de asegurarse ese punto, hay que tomar la decisión en función del uso principal que se vaya a hacer del mismo. Como hemos visto anteriormente, cada tipo de bota está pensada para obtener un mayor rendimiento en la especialidad para la que ha sido diseñada y, por lo tanto, tiene unas características, precio y prestaciones diferentes.
La estética juega un papel muy importante, pero no hay que olvidar que aún lo es más la seguridad, así que a la hora de elegir es mejor dar prioridad a la protección sobre la belleza.
Como no podía ser de otra forma, no hay que descuidar el confort y por ese motivo, que la bota ofrezca diferentes tipos de anclajes y regulaciones nos ayudará a estar más cómodos a la vez que nos aseguraremos de fijar correctamente la misma.
Un apartado que suele pasarse de largo a la hora de comprar el calzado para moto es el de los recambios. Aunque no lo parezca, hay partes de las botas que sufren deterioro, especialmente las punteras, por lo que elegir modelos que permitan la sustitución de las piezas ayudará a prolongar la vida útil de nuestra inversión.
Fuente: motobuykers