Un filipino ha creado una motocicleta 100% eléctrica que se caracteriza por su carácter sostenible
La electricidad no llega solo al terreno de los coches, sino que poco a poco las motos también se pasan a nuevas motorizaciones para conseguir un transporte eficiente para las ciudades. Teniendo en cuenta que la contaminación es un problema que hay que abordar y que las motocicletas son uno de los transportes por excelencia para moverse en ciudad, a cada vez más fabricantes les parece una buena idea.
Muchas marcas tratan de encontrar la motocicleta para ciudad definitiva, ofreciendo, en muchos casos, una batería eléctrica con una autonomía generosa. Pero ahora se ha ido más allá.
No le podía faltar el punto asiático a esta idea oriental, pero la elección del bambú no es casualidad. En Filipinas, se trata de la materia prima más común en el país, y cada vez se extiende más su uso hacia a nuevas propuestas, como es este caso.
Si hay una cosa que caracteriza especialmente esta motocicleta es su peso. No llega a los 10 kg (pesa 6,5 kg), algo que podría dar la falsa idea de que se tratase de un vehículo de juguete. Pero no lo es, por nada del mundo: con su motor eléctrico, alcanza hasta 120 km/h de velocidad. Por lo tanto, no se trata de una motocicleta adecuada tan solo para las grandes ciudades, sino que también sería capaz de llevarnos por otro tipo de carreteras.
Cabe destacar el pasado de artista y diseñador de Christopher Paris Lacson, que, además de pensar en la belleza de la motocicleta, también ha sabido adecuar el producto a su función, añadiendo dos capas laminadas de bambú cubiertas por una capa de resina (para conseguir así una resistencia similar a la de cualquier motocicleta convencional); y le añade líneas curvas y redondas para conseguir todo el aerodinamismo necesario.
Estamos ante una motocicleta que, de momento, debe conformarse con 50 kilómetros de autonomía, algo que puede ser ideal para una persona que se traslada por las grandes ciudades y que tenga facilidad para cargar el vehículo.
De momento no se sabe nada sobre su comercialización, pero sí que este diseño puede servir como un punto de inflexión para crear nuevas motocicletas (u otro tipo de vehículos) preparados para ser totalmente sostenibles.