El IMU, conocido como Unidad de Medición Inercial, representa un avance significativo en el control electrónico de las nuevas motocicletas, ya que permite determinar con precisión las acciones realizadas por nuestra moto en todo momento. Esta tecnología, utilizada principalmente en aviones, satélites, barcos y misiles no tripulados, constituye la base de los sistemas de navegación inercial, ya que permite a una computadora estimar la ubicación exacta de un dispositivo.
Esta se basa en un conjunto de acelerómetros y giróscopos capaces de medir el comportamiento de un vehículo en los tres ejes. En el caso de una motocicleta, los datos proporcionados por el IMU incluyen el Pitch, Yaw y Roll, es decir, la inclinación o balanceo, el ángulo (altura delantera/trasera) y la rotación o giro. Estos datos permiten detectar los movimientos de la motocicleta en 3D en tiempo real y con una alta velocidad de procesamiento, lo que abre numerosas posibilidades de utilidad.
El sistema de Medición Inercial debutó en MotoGP, y la primera motocicleta de producción en llevarlo al mercado fue la YZF R1. En este caso, el IMU analiza constantemente los movimientos de la motocicleta, realizando aproximadamente 125 mediciones por segundo. Esto proporciona información sobre el ángulo de inclinación, la velocidad de derrape y los grados de rotación, entre otros datos. Gracias a toda esta información, es posible mejorar significativamente los sistemas tradicionales de modos de conducción, control de tracción y frenado.
Por ejemplo, gracias al IMU, la motocicleta puede detectar si está acelerando demasiado y si la rueda delantera se ha despegado del suelo (haciendo un caballito), y controlar la situación entregando la potencia adecuada a la rueda trasera para evitar un levantamiento excesivo. También puede activar el sistema ABS al frenar en una curva, dosificando con precisión la entrada de frenado. Además, gracias a la posibilidad de guardar datos de GPS junto con la información recibida por la motocicleta, se pueden analizar aspectos como las líneas de conducción, los tiempos por vuelta, la velocidad máxima, los puntos de frenado, entre otros, en una sesión de conducción con una motocicleta equipada con esta tecnología y capacidad de grabación de datos.
En el caso de las suspensiones inteligentes de las motocicletas, se basan en la información proporcionada por el IMU para obtener datos sobre el balanceo de la motocicleta (rotación en el eje longitudinal), el cabeceo (relación con el eje vertical) y el ángulo de inclinación. La centralita también recibe información sobre la velocidad de las ruedas, las revoluciones del motor, la posición del acelerador y la fuerza de frenado. Según el modo de suspensión seleccionado por el conductor, se aplica la fuerza óptima del amortiguador durante aceleraciones, frenadas fuertes o inclinaciones.
Además de su aplicación en MotoGP, otros tipos de motocicletas que se han beneficiado de los avances proporcionados por los sistemas de medición inercial son las trail más avanzadas. Estas motocicletas, orientadas al turismo exigente, se enfrentan a condiciones cambiantes, lo que hace que un sistema de este tipo sea especialmente interesante, sobre todo para adaptar el sistema de suspensión inteligente.
Fuente: Moto1Pro