El Diez recibió una Harley Davidson customizada del Dínamo Brest de Bielorrusia, una espectacular pieza llena de guiños y referencias al futbolista.
El reparto de la herencia de Maradona tiene toda la pinta de ir a convertirse en un auténtico culebrón, con un buen plantel de personajes (familiares, allegados y terceros) dispuestos a pelear hasta el último aliento por llevarse un pellizco de su patrimonio. Y ahora, el registro de los bienes del astro argentino que se presentó ante el administrador de la sucesión ha hecho que salgan a la luz algunas joyas escondidas en el vasto mar de posesiones del futbolista.
Y entre ellas sobresale, por lo simbólico y personal, una motocicleta con nombre propio: ‘Yo soy el Diego’. El vehículo fue un regalo que le hizo a Maradona el Dínamo Briest de Bielorrusia en el año 2019, cuando el futbolista convalecía en la Clínica Olivos, al norte de Buenos Aires, tras someterse a una operación de rodilla. Según reveló en su día el abogado del ‘Diez’, “Diego quedó maravillado al ver las fotos” de la motocicleta, que se fabricó con la idea de que representara al dedillo toda la gloria futbolística del ‘Pelusa’.
Yuri Shif, encargado del proyecto de personalización de la pieza en la casa ShifCustom, explicó en su día que la intención fue siempre conseguir algo que mostrara “cómo se vería Diego si no fuera un jugador de fútbol, sino una motocicleta”. Y el resultado estuvo a la altura de las pretensiones. El modelo, una Harley Davidson Fat Bob 107, fue transformado a conciencia: se bajó la altura de la moto, todas las partes del cuerpo fueron elaboradas artesanalmente, se instalaron nuevos dispositivos electrónicos y controles, y el asiento de cuero fue encargado a una empresa aparte. Y por último, el vehículo fue revestido de un buen número de detalles y guiños ‘maradonianos’.
A la moto se le colocó el número 10 en la parte frontal, el tanque de combustible quedó pintado con los colores de la bandera argentina, y la firma del futbolista fue estampada en el borde del asiento. Y como guinda del pastel, la rueda delantera se convirtió en un ‘balón de oro’, el mayor desafío de todo el arduo proceso creativo y técnico de la ‘Yo soy el Diego’. “Estudié todo lo que está a la vista y lo que no es muy accesible. Leí la biografía y las memorias sobre él de varias personas, vi películas, fragmentos de juegos, entrevistas. Recogí mucha información. Podemos decir que sé todo sobre él”, relató Shif en la presentación de la motocicleta.
El valor de esta regalazo del Dínamo rondaba los 30.000-40.000 dólares, y aunque es el más especial, no fue el único obsequio que el club bielorruso le hizo a Maradona en agradecimiento al paso exprés del futbolista por su cúpula ejecutiva (como presidente del equipo, y tres meses después de su nombramiento, como presidente de honor). También le agasajaron con un anillo con una piedra preciosa valorado en 300.000 dólares, con un 0,5% de las acciones de la institución y una camioneta anfibia Overcomer Hunta, que, ojo al dato, permitía la navegación acuática. Casi nada, vamos.