El uso de la bicicleta ha logrado establecerse como una forma de transporte económica y eficiente, ofreciendo numerosos beneficios para la salud y el medio ambiente. Es evidente que es hora de que más ciudades en América Latina se sumen a esta tendencia y promuevan activamente el uso de la bicicleta como una alternativa viable para la movilidad urbana. Veamos las cifras: según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el aumento del ciclismo podría generar un impacto económico mundial de hasta 24 billones de dólares americanos para 2050. Además, puede contribuir a la reducción de las emisiones de CO2 del transporte urbano en un 11%, lo que sin duda ayudaría significativamente en la lucha contra el cambio climático. Estas cifras respaldan la importancia de fomentar el uso de la bicicleta como una estrategia para construir ciudades más sostenibles.
Los beneficios del uso de la bicicleta no se limitan solo al aspecto económico y ambiental. La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que el uso de la bicicleta como medio de transporte promueve la salud física y mental, previene enfermedades crónicas no transmisibles y mejora la calidad del aire en las ciudades.
En el contexto de Lima Metropolitana, se han realizado estudios que revelan un aumento en el uso de la bicicleta. Según el último estudio realizado por CPI para la Municipalidad de Lima, se obtiene el dato de que el 26% de los ciudadanos de la capital peruana utiliza la bicicleta como medio de transporte. Esta cifra demuestra un interés creciente (teniendo en cuenta los resultados pre pandemia, donde el porcentaje era menor al 10%) y una demanda latente por este medio de transporte sostenible. Los usuarios más frecuentes se encuentran en los distritos de San Borja, Barranco, Miraflores, San Miguel, entre otros, donde se han realizado esfuerzos para desarrollar y promover la infraestructura para bicicletas. Un ejemplo destacado en la promoción del uso de la bicicleta es el programa “San Borja en Bici” en el distrito de San Borja, que ha sido pionero en promover la movilidad no motorizada. Este programa, inaugurado en 2012 por el entonces alcalde Marco Álvarez, fue el primer sistema de bicicletas públicas en el Perú. Con 17 estaciones interconectadas y 180 bicicletas, ha logrado más de 17,000 usuarios inscritos y más de 686,000 préstamos acumulados.
Es crucial que más ciudades de América Latina promuevan activamente el uso de la bicicleta como una alternativa de transporte sostenible, y esto debe ir de la mano con la implementación de políticas públicas que incentiven a los ciudadanos a utilizar la bicicleta, como la creación de incentivos para la compra de bicicletas y la promoción de programas de bicicletas públicas.