Probablemente el éxito de Marc Márquez se debe en gran medida a la figura de su jefe técnico a su lado: Santi Hernández. Desde 2011, el técnico de suspensiones y actual ingeniero de pista ha acompañado al piloto español, formando un equipo sólido. Juntos se enfrentan al desafío de desarrollar una Honda que se ha quedado rezagada en comparación con otras marcas.
A lo largo del tiempo, los problemas de su motocicleta se han vuelto más evidentes y críticos. A pesar de los esfuerzos de Márquez por exprimir al máximo la moto, no es suficiente para competir en la parte delantera. Santi destaca la necesidad de mejorar en aceleración y velocidad punta, ya que la pérdida en la recta dificulta la recuperación en otros puntos del circuito. Reconoce el trabajo arduo que su piloto debe realizar en cada Gran Premio, y señala que no todos los pilotos estarían dispuestos a tomar los mismos riesgos.
Cuando se le pregunta sobre la calificación de la motocicleta actual de Márquez, Santi no oculta su opinión: “Ahora mismo, a Honda le ponemos un suficiente, no estamos para ganar”. Sin embargo, mantiene la esperanza de que la situación cambie en el futuro y destaca los esfuerzos que la marca está haciendo desde Japón para revertir la situación.
Santi valora positivamente los cambios recientes, como la colaboración con Kalex para el desarrollo de un nuevo chasis. Reconoce la importancia de apoyarse en recursos externos para mejorar y destaca el talento de Marc para adaptarse a los problemas de la moto. Aunque las carreras perdidas hacen difícil plantearse ganar el Mundial, Santi no descarta que con el piloto todo pueda suceder.