Las empresas dedicadas a la seguridad en el mundo del motociclismo siguen innovando formas y métodos para intentar reducir considerablemente las cifras de mortalidad. A veces recurren incluso a opciones dantescas o incluso surrealistas, como la última que llega desde Suecia: un paracaídas para motociclistas.
Lejos de ser algo anecdótico, una empresa sueca está desarrollando un sistema de paracaídas que se acoplará a los monos de las motos. Un concepto totalmente rompedor que, desde luego, nunca había sido aplicado a las motos previamente. De entre todas las posibles, ‘revoluciones’ (la gran mayoría fallidas) que intentan cambiar la concepción de la seguridad en el mundo de las motos, esta podría ser una más.
Objetivo: ralentizar a los pilotos en un accidente
Airbag Inside es la empresa con sede en Suecia a la que se le ha ocurrido aplicar algo que lleva en la humanidad desde 1783, cuando el aeronauta francés Louis-Sébastien Lenormard inventó el primer paracaídas. Hasta hoy, a nadie se le había ocurrido aplicarlo al motociclismo, aunque lo cierto es que ya se utiliza en muchos campos distintos a los de la aviación. Sin ir más lejos, en las drag races con esos parachute kits.
Su aplicación terrenal, la que no tiene que ver con los aviones ni helicópteros, tiene como objetivo ralentizar a los pilotos de carreras. Airbag Inside, que ya comercializa algunas ideas bajo el nombre de Mo’Cycle, patenta, propone y practica con colocar uno en los monos de los motoristas, aunque con ciertas particularidades para detener de forma más rápida pero controlada al conductor, como puedes apreciar en la siguiente imagen de presentación de la patente:
En este sentido, cobra especial importancia un hecho que también tiene correlación tanto en el cielo como la tierra: la desaceleración. Hacer que entre suficiente aire dentro de la bolsa del paracaídas como para que se despliegue correctamente no es nada fácil sin un flujo de aire suficiente. Si ni siquiera hay aire o viento en ese momento, peor aún.
Tal y como revela Cycle World, los suecos parecen tener una solución más que factible a este, en principio, inconveniente. La teoría en la que se basan es utilizar dos pequeños paracaídas con los bordes externos inflables, de tal forma que permitirían que se desplegasen de inmediato sin necesidad de aire. Para ello, naturalmente, deben ir inflados previamente.
Esta especie de doble ‘asa’ sería independiente, y permitiría que el paracaídas se mantuviera por encima del casco del conductor. También equiparía dos cuerdas para evitar que el paracaídas se voltease, situadas por encima del casco para evitar enredos en el cuello.
De esta manera, una vez el paracaídas quede desplegado, el motorista frenará rápidamente y se alejará de la moto, mientras se desplaza con los pies por delante con el paracaídas desplegado. Para ello, si se fijan bien en el pie del muñeco de la patente, incluye una bota hinchable, que ayudaría a la labor. Una patente ciertamente interesante, pero a la que todavía le quedan por pulir flecos y que no veremos mañana ni pasado en el mercado en el que precisamente, ni los airbags más básicos están 100 % desplegados. De seguir un buen camino de desarrollo, podría ser la base de una solución compacta e interesante.
Fuente: motorpasionmoto.com