Un joven de 20 años, residente en la ciudad de La Quiaca, puso en venta su motocicleta a través de Facebook, tras una semana de estar en oferta una persona se mostró interesada y lo contactó a través del chat, solicitándole un número telefónico para llamarlo y arreglar las condiciones de pago y entrega del vehículo.
Al rato le ingreso un llamado telefónico, por la característica esta procedía de Bolivia, era la persona que dijo estar interesado por la moto, el vendedor le preguntó dónde podían encontrarse y este le respondió que si podían verse en el río Internacional (este divide La Quiaca -Argentina- de Villazón -Bolivia-) a lo que este accedió.
Ya en el lugar acordado, ambos se suben a la moto y para probar cómo funcionaba fueron hasta el domicilio del vendedor. Al arribar al domicilio se bajó de la moto el vendedor y el comprador se quedó arriba con la excusa de querer probar el arranque, claro, al primer descuido arranco la moto y huyo hacia el río en donde se habían encontrado, cruzándolo y encontrándose con dos personas que allí lo esperaban. Demás está decir que el vehículo ya estaba del lado boliviano y era inútil cualquier medida y no quedaba más que presentar la denuncia en la seccional local.