En la década de los 80, mientras los materiales sintéticos empezaban a transformar la industria de las motos, un audaz prototipo japonés desafiaba las normas con su innovador diseño en plástico, inspirado por el legendario Hans A. Muth.
Hace cuarenta años, cuando los materiales sintéticos comenzaban a hacer incursiones en la industria de las motocicletas, Japón se destacaba por su visión pionera. Inspirado por los diseños de Hans A. Muth, conocido por sus icónicas creaciones como la Suzuki Katana y la BMW R 80 GS, un gigante químico como Du Pont vio la oportunidad de llevar la innovación un paso más allá. Decidieron desarrollar una moto hecha casi completamente de plástico, desafiando las convenciones de la época que predominaban los metales y la fibra de vidrio.
En los años setenta y principios de los ochenta, las motos eran construidas tradicionalmente con materiales convencionales, reservando el plástico para piezas menores. Sin embargo, la propuesta de Du Pont, implementar plásticos de manera extensiva en una moto, representaba una verdadera revolución industrial. Esto se materializó en el prototipo conocido como “Hybrid”, basado en una Honda VF400F, donde componentes como el carenado, el colín, las llantas de poliamida y hasta el radiador y los carburadores fueron fabricados con materiales sintéticos.
Este proyecto no solo demostró la viabilidad técnica de los materiales compuestos en la fabricación de motocicletas, sino que también allanó el camino para futuras innovaciones en la industria. Aunque la “Hybrid” de 1985 sigue siendo un hito, con aproximadamente 60 componentes fabricados en plástico, la adopción masiva de estos materiales en motos aún estaba por venir. Esta audaz iniciativa marcó un punto de inflexión, anticipando un futuro donde los materiales sintéticos podrían representar una parte significativa de la construcción de motocicletas modernas.