Viajero y escritor, con 40 años dejó su trabajo como registrador de la propiedad y se dedicó por completo a su verdadera profesión: vivir como un nómada.
El escritor y trotamundos Miquel Silvestre, reconocido amante de la motocicleta, cuenta con varios libros sobre motos en los que nos cuenta sus viajes realizados en motocicleta y toda su historia, reflexiones y vivencias con todo detalle.
Todos ellos son realmente apasionantes, pero hemos querido destacar “Diario de un nómada” por encima del resto; un libro que trata sobre su viaje en moto a Oriente y su coronación del Monte Ararat, el pico más alto de Turquía con más de 5.000 metros de altura. Un libro tan apasionante que le ha permitido tener su propio programa de televisión.
Diario de un Nómada no es solo una serie de televisión, es también un libro, o varios libros. La obra completa que como autor he ido escribiendo de mi paso por más de cien países para conocer sus gentes, sus paisajes y su historia.
Hacer televisión es divertido, dirigir y producir tu propio programa resulta apasionante y no hay riesgo de que nadie usurpe tu imagen o te haga ser como no eres, pero lo realmente valioso de mi trabajo es la literatura. Hago televisión para llegar a más lectores, esa es la verdad. La televisión es por naturaleza vertiginosa, superficial e impactante, pero los libros son todo lo contrario, o deberían serlo.
Lo mismo ocurre con el lector frente al espectador. Un televidente contempla el mundo, ve a otro haciendo algo, viajando, viviendo, conociendo o comiendo. Todo se le da hecho, completo, visible. pero un lector vive el mundo a través de las palabras que activan su imaginación, se le ofrecen solo partes de realidad para que la fantasía propia complete el resto del puzzle, así que él viaja, vive, conoce o come por sí mismo.
Quien me lee no me ve recorriendo el mundo, lo recorre él mismo. Por eso respeto tanto a mis lectores, porque son lo que yo soy.