Marc Márquez (Repsol Honda) regresó este domingo, casi un año después, al podio de una carrera de MotoGP. Un tercer puesto especial porque la victoria se la llevó otro español, Jorge Martín, pero fundamentalmente porque se produjo en Motegi. En casa de Honda, el seis veces campeón de la categoría con la marca nipona bailó bajo la lluvia, logró su mejor resultado del año, y lo celebró como se merecía.
Además, se le pudo ver conmovido por haber podido regalar un momento así tanto a la casa que le acogió desde su debut en la categoría reina del motociclismo, como a su afición y a sí mismo, partiendo desde la séptima plaza en la carrera: “Es fantástico volver al podio después de tanto tiempo y hacerlo aquí, en Motegi, en casa de Honda, con tantos aficionados y gente de Honda. Sinceramente, es muy romántico”.
El catalán desgranó paso a paso la caótica carrera en el trazado japonés, que finalmente quedó reducida a la mitad de vueltas por los problemas de visibilidad en pista por culpa de la lluvia: “En la carrera se trataba de ver cómo funcionaban los neumáticos de mojado una vez que hemos hecho el cambio, al principio estaba bastante seco así que era importante tener cuidado para no destruirlos”.
También quiso reiterar su agradecimiento al trabajo de todo el equipo Repsol Honda, en unas declaraciones que para muchos suenan a despedida: “En días como hoy hay muchos factores en juego y mi equipo ha trabajado muy bien para gestionarlo todo. Este podio es lo que hemos estado buscando todo el año y es un buen impulso para el último empujón de 2023”.
Su futuro en Honda sigue siendo toda una incógnita, incluso para él. Quiere volver a competir y ganar, pero no sabe si la marca nipona volverá algún día a estar a la altura. Una situación incómoda para el ’93’, especialmente por todo el ruido que se está generando a su alrededor: “Aunque haya gente que diga que disfruto, no estoy disfrutando y hay noches sin dormir, de pensar mucho y lo estoy sufriendo, pero intento apartarlo, intento estar lo más centrado posible en pista, porque pilotar una MotoGP no es fácil”.
“Pero bueno, esto es un cuento romántico, tenía que llegar el primer podio del año en casa de Honda con los jefes… Veremos qué pasa, pero una cosa no quita la otra, mi compromiso con la marca siempre ha sido y será al 100%”, concluyó, harto de ser perseguido allá donde va por periodistas y aficionados deseosos de conocer dónde pilotará el año que viene, especialmente por los rumores que le unen a Ducati.
Fuente: 20minutos