Ajusta tu estilo de manejo y velocidad según el entorno para una conducción segura y eficiente, tanto en la ciudad como en la carretera.
Conducir una motocicleta en la ciudad y en la carretera abierta presenta desafíos únicos que requieren ajustes específicos en el estilo de manejo y velocidad. Aquí te ofrecemos cinco consejos para dominar ambos escenarios y mantenerte seguro en cualquier entorno.
Control del acelerador y frenos
En la ciudad, el tráfico impredecible y las constantes paradas requieren un control delicado del acelerador y los frenos. Mantén una velocidad moderada y usa los frenos de forma progresiva para evitar deslizamientos, especialmente en superficies mojadas o resbaladizas. En la carretera, donde las velocidades son más altas, debes usar el acelerador con más suavidad para evitar desequilibrios en la moto. En ambos casos, anticipa el frenado, pero en carretera mantén una distancia mayor para frenar con seguridad.
Visibilidad y posicionamiento
La visibilidad es crucial tanto en la ciudad como en la carretera. En la ciudad, utiliza ropa reflectante y colócate en una posición visible dentro del carril para evitar los puntos ciegos de otros vehículos. En la carretera, aunque tienes más espacio, sigue siendo vital posicionarte correctamente para maximizar tu visibilidad, especialmente al adelantar o tomar curvas. Mantente en el lado más visible del carril y utiliza siempre las luces durante el día para aumentar tu visibilidad.
Anticipación y consciencia
En la ciudad, el entorno es dinámico, con peatones, semáforos y vehículos que requieren una constante vigilancia. Aquí, la anticipación es clave: observa varios coches por delante para prever frenadas repentinas y mantén una velocidad que te permita detenerte rápidamente. En la carretera, aunque el tráfico es más fluido, la velocidad es mayor, por lo que debes estar atento a cambios en el pavimento, vehículos lentos o animales en la vía. La anticipación aquí implica mantener una distancia segura y estar listo para reaccionar a situaciones imprevistas.
Manejo de curvas
Las curvas en la ciudad suelen ser cerradas y con poco espacio, lo que requiere un manejo preciso y a baja velocidad. Utiliza una técnica de contramanillar suave para girar y mantén tu cuerpo erguido para tener mayor control. En la carretera abierta, las curvas suelen ser más amplias, permitiendo una mayor inclinación de la moto. Aquí, el contramanillar es más pronunciado, y debes ajustar tu velocidad antes de entrar en la curva, acelerando suavemente al salir de ella para mantener la estabilidad.
Ajuste de la suspensión y neumáticos
En la ciudad, donde el pavimento suele ser más uniforme, una suspensión más rígida te ofrece un manejo preciso, ideal para esquivar obstáculos como baches o tapas de alcantarilla. Asegúrate de que los neumáticos estén bien inflados para un mejor control. En la carretera, donde las condiciones del asfalto pueden variar, ajusta la suspensión para que absorba mejor las irregularidades y verifica la presión de los neumáticos, especialmente antes de viajes largos, para mejorar la tracción y la seguridad.