Investigadores de la Universidad de Huelva han diseñado y patentado un sistema de seguridad para motocicletas, conformado por un conjunto de tres sensores distribuidos por los reposapiés y el sillín, que detiene el motor automáticamente cuando detecta la ausencia del piloto.
El objetivo es conocer en tiempo real la situación en la que se encuentra el piloto mediante la lectura de la información que envían estos sensores cada medio segundo, ha informado la Fundación Descubre en un comunicado.
De esta forma, si el conductor se ha caído al suelo y para evitar cortes en el encendido por una interpretación errónea en la información de los sensores, éstos alertan de su ausencia tras una triple verificación con un tiempo de al menos 500 milisegundos. De este modo, se evita que la moto siga circulando y provoque cualquier tipo de incidencia.
Así, estos tres sensores se comunican entre sí y presentan el estado real de la moto y su piloto al instante con la mayor optimización del sistema.
“Este número viene determinado por la posibilidad de que el conductor se encuentre con solo un pie apoyado en una de las dos estriberas pero con el cuerpo inclinado fuera del asiento, o con ningún pie apoyado pero sentado sobre el sillín”, ha explicado a la Fundación Descubre el investigador de la Universidad de Huelva, Juan Carlos Fortes, uno de los autores de esta patente.
Asimismo, otra de las variables por las que han decidido repartir estos tres dispositivos a lo largo de la moto es porque “puede haber situaciones en las que el piloto no tenga ningún pie apoyado y tampoco esté en el asiento durante un breve periodo de tiempo”, por lo que “podría encontrarse en el aire temporalmente sin necesidad de que esto implicase que se hubiese caído de la motocicleta”, ha matizado Fortes.
Sensores de infrarrojos y ultrasonido
Para “garantizar el funcionamiento del invento y sacar su mayor rendimiento“, los expertos han decidido colocar los sensores en estos tres puntos de la moto.
“Si por algún motivo, el piloto despega las botas de las estriberas, el sensor del asiento sigue percibiendo la presencia del conductor. En caso de que también dejara de recibir información de este apartado, el motor se pararía de inmediato“, ha recalcado Fortes.
En concreto, los dos sensores de las estriberas se sujetan al chasis y son de tipo infrarrojos por su mayor capacidad de detección frente a movimientos de las piernas del piloto. El tercero se coloca en paralelo al asiento del piloto, de forma que permite captar cuando está sentado. Es de tipo ultrasonidos y se aloja en una pequeña caja de protección en la parte delantera del sillón. Asimismo, los sensores se pueden activar o desactivar según las necesidades del momento y el tiempo entre verificaciones puede ampliarse o reducirse y reprogramarse.
“Con esta posibilidad, se pueden ajustar los tiempos dependiendo del uso de la motocicleta, dado que no es lo mismo una de competición que una de calle“, ha detallado el coautor de la patente.
Al respecto, para “asegurar su funcionamiento”, Fortes ha explicado que el sistema se encuentra apagado en su estado inicial y se activa con un pulsador, permitiendo la posibilidad de desactivarlo en cualquier momento. Este botón está en conexión con un microcontrolador que se localiza cerca del manillar, al alcance rápido del piloto, por lo que “tanto el tamaño como la robustez deben ser adecuados, teniendo en cuenta que un piloto utiliza guantes de protección y un botón pequeño resultaría imposible de pulsar”.
Además de los sensores y el pulsador, el sistema patentado incluye un dispositivo que corta la corriente al motor, como si se quitara el contacto de la llave. También dispone de una pantalla LCD, situada en la parte frontal de la moto que resulte visible para el piloto y pueda verificar qué está ocurriendo en el sistema.
Seguridad total
Además de resolver un problema técnico, el dispositivo garantiza la seguridad de otros conductores, según ha señalado el coautor, con este sistema “se evita que se provoquen daños en la estructura de la motocicleta y al mismo tiempo se salvaguarda la integridad de otros conductores o motoristas que circulen por la misma calzada que esa motocicleta sin conductor, como ocurre en las competiciones”.
“Hasta ahora, los sistemas de seguridad convencionales solo detienen el motor cuando la motocicleta está inclinada de forma considerable o totalmente en el suelo, pero no tienen en cuenta posibilidades como la caída del piloto al suelo y que la moto continúe arrancada y andando en línea recta. Por tanto, es en estos casos, en los que se puede considerar que algo tan importante que está relacionado con la seguridad no debe dejarse solo en función de un único parámetro como es la inclinación de la moto para detectar la caída o no del piloto”, ha subrayado Fortes.
Por tanto, el nuevo sistema patentado se integra en el funcionamiento general de la motocicleta, de forma que “podría ir en conexión con otros sistemas alternativos para mejorar las prestaciones del vehículo”, aunque actualmente “no actúa sobre los frenos”, un aspecto sobre el que trabajan los expertos.
Esta invención se enmarca dentro del proyecto Motostudent, un campeonato universitario bianual en la que grupos formados por alumnado de Ingeniería de diferentes universidades diseñan, construyen y validan una motocicleta de competición.