El murciano Pedro Acosta consiguió el año pasado algo que solamente logran unos pocos elegidos: conseguir que la atención del paddock del Campeonato del Mundo de MotoGP se pose sobre sus categorías ligeras, llegando incluso a eclipsar por momentos a la clase reina. Algo que, en las tres últimas décadas, prácticamente solo había sucedido un par de veces: 1997 y 2010. Lo hicieron Valentino Rossi y Marc Márquez, respectivamente.
Su frenético inicio en Moto3, con podio en su primera carrera y victoria en las tres siguientes, maravilló al mundo. Después vinieron algunos lógicos titubeos antes de cerrar el título con 17 años y 166 días, convirtiéndose en el segundo campeón más joven de la historia de los grandes premios a un solo día de Loris Capirossi, desplazando al tercer puesto a Marc Márquez, que lo hizo con 17 años y 263 días.
Con semejante carta de presentación no tenía demasiado sentido seguir en Moto3, así que saltó a Moto2. Allí, tras algunos problemas iniciales, se fue destapando hasta estrenarse como ganador en Mugello. Aquel día tenía 18 años y 4 días, y se convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar en categoría intermedia, superando de nuevo a Marc Márquez, que lo había hecho 11 años antes con 18 años y 87 días.
Con los nuevos límites de edad mínima que entrarán en vigor el próximo 2023, es muy posible que el Campeonato del Mundo no vuelva a ver talentos tan precoces. O, dicho de otra forma, que estos récords de precocidad queden ya para siempre tallados en piedra, totalmente imbatibles.
En 2023, la edad mínima para competir en el Mundial de Moto2 será de 18 años, con la excepción del campeón de Europa de Moto2, que podrá hacerlo con 17… que son los que tenía Acosta a inicio de curso.
Un curso en el que, si bien ha tenido altibajos, ha sido capaz de demostrar que puede ser el más rápido de la categoría. Con la victoria en Mugello se empezó a hablar de la posibilidad de título, algo que se reavivó tras el segundo puesto en Sachsenring… antes de diluirse ligeramente cuando se fracturó el fémur y tuvo que perderse Assen.
Por más que él insista en que 2023 será el año de hablar de título, el Tiburón de Mazarrón es un ganador nato y no va a tirar la toalla hasta que las matemáticas digan lo contrario. Y las matemáticas dicen que está a 71 puntos del liderato cuando todavía quedan 225 por repartirse en nueve grandes premios.
Resulta inevitable viajar a 2011, cuando tras seis carreras, Marc Márquez estaba a 82 puntos de Stefan Bradl en la general de Moto2 después de un inicio un tanto desastroso. Desde ahí, el de Cervera se puso las pilas y acabó adelantando en la general al alemán a tres citas del final… para después quedarse sin título por un error ajeno que le dejó sin correr las dos últimas citas.
Dejando de lado ese final, el caso es que Márquez fue capaz de recuperar 81 puntos en nueve grandes premios… que son exactamente los que tiene Acosta para recuperar ‘solo’ 71 puntos. A su favor también tiene que, a diferencia de Bradl hace 11 años, hasta la fecha ningún piloto ha sido capaz de distanciarse en Moto2.
Así ha sido la evolución en la distancia al líder de Márquez en 2011 y Acosta hasta el parón veraniego de 2022. La buena noticia para el murciano es que esta temporada tendrá 20 grandes premios, por los 17 que tuvo aquel curso
No cabe duda de que el reto es mayúsculo: conseguir rematar la impresionante proeza que se le escapó a Marc Márquez y, por lo tanto, proclamarse campeón mundial de la clase intermedia en su año de rookie tras haber subido con el título de la categoría ligera bajo el brazo.
Si lo consigue, se convertirá en el campeón más joven de la historia de la categoría intermedia, un récord que a Márquez se le escapó en aquel 2011, cuando estuvo cerca de hacerlo sin haber cumplido los 19. Al final, lo logró un año después con 19 años y 254 días, por detrás de Jorge Lorenzo (19 años y 178 días) y del poseedor de dicho récord: Dani Pedrosa, que fue campeón mundial de 250cc en 2004 con 19 años y 18 días.
¿Misión imposible? Más bien, Misión Imposible 2. La primera fue la de 2021, cuando parecía una utopía que pudiese ser campeón en su año de rookie. A ver quien se atreve a apostar ahora en su contra.
Fuente: motociclismo.es