En Perú, 8 de cada 10 motorizados viven de lo que ganan en aplicativos, la mayoría de ellos trabaja 13 horas y las empresas consideran que no todos deben estar en planilla porque agrede al modelo. Alejandra Dinegro, socióloga y directora del Observatorio de Plataformas Perú, asegura que 9 de cada 10 repartidores no tienen claro cuál es su vínculo con las empresas que facturan en nuestro país, además, no pagan impuestos porque están domiciliadas en el extranjero.
Hasta el momento no hay una cifra oficial sobre la cantidad de repartidores que trabajan con aplicativos móviles, pero se estima que 46,000 personas se dedican a este rubro solamente en Lima metropolitana, un 80% sería extranjero. Hace poco, a mediados de junio la Comisión de Trabajo del Congreso aprobó un dictamen en mayoría, tras el voto de su presidenta, Sigrid Bazán, que estandariza los derechos laborales esenciales para los motorizados: un 20% de sus miembros deberá ser dependiente.
Los repartidores deberán estar asegurados en Essalud y en un sistema de pensiones; recibir del empleador un pago por su servicio, las tarifas ahora se regularían por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones y el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, además de un seguro de salud no solamente cuando se preste el servicio, sino también antes y después. “Es una realidad verdaderamente grande, el desamparo en el que se encuentran los motorizados. Esta actividad ha venido a quedarse para siempre”, mencionó Susel Paredes, autora de uno de los proyectos amparados en el dictamen validado.
Incluso antes del coronavirus, el MTPE estableció un grupo de trabajo que encontró indicios de laboralidad, por lo cual se debe fijar una jornada diaria máxima para preservar la integridad de los repartidores y que las empresas brinden equipos de protección y adecuar los canales de comunicación, principalmente.
Dinegro indica que los cambios no buscan condenar a las plataformas ni ahuyentar a las empresas del mercado, y solo apuntan a resguardar a los motorizados. Un 80% de los repartidores de las apps reconocen que su única fuente de ingreso es el delivery, y además, del total de repartidores calculados, un 80% trabaja hasta 13 horas diarias, sustenta. La garantía se materializaría con la firma de un contrato registrado en el MTPE, y no solo con los términos y condiciones con los que las apps captan a sus repartidores.
“Mostramos evidencia de que, pese al cuello de botella del vínculo laboral, hay cambios a favor de elevar sueldos, seguridad y salud en el trabajo. Oxford está dialogando con Glovo y Cabify en otros países para darles a sus repartidores elementos como un seguro y protocolos para evitar situaciones de acoso o discriminación. Estas no se quieren ir ni subirán sus tarifas”, sostiene. Se desnaturalizará al rubro, advierten gremios.
“De aprobarse en el Pleno, este proyecto haría que miles de independientes pierdan fuentes de ingresos. Las plataformas intermedias no prestan servicios de transporte o reparto. Se retrocederá en la transformación digital”, manifestó.