El cable roto del embrague de una moto puede ser una avería que suponga un contratiempo durante un viaje. Con un poco de habilidad se puede continuar la marcha, pero es necesario que tengas en cuenta algunos detalles que harán que puedas arrancar sin sobresaltos o cambiar de marcha sin dañar el cambio de tu moto.
El cable del embrague está realizado en hilos de acero trenzado, va dentro de una camisa y comunica la maneta izquierda de tu moto con la leva del embrague, que está ubicada en el motor, no debe de estar ni muy suelto, ni muy tenso. La maneta tiene que tener cierta holgura cuando no la tenemos apretada. Comprobaremos que la moto comience a empujar más o menos durante la mitad del recorrido de esa parte de la motocicleta. Al pulsar la maneta hay que comprobar que vaya de una forma fluida, que no notemos que se atasca en ninguna parte de su recorrido. También conviene inspeccionar que la camisa, el tubo flexible por donde se mete el cable de acero, no esté pillada en ninguna parte del recorrido, especialmente donde se gira el manillar. Mueve el manillar en las dos direcciones y comprueba que la camisa del cable de embrague quede siempre más o menos en su sitio. Por ejemplo puede ser que se pille entre la tija y los topes de la dirección si está mal colocado. Una inspección visual es suficiente para comprobar bien estos posibles problemas.
Con una revisión periódica, que podemos hacer al lavar la moto, y un mantenimiento sencillo, podemos prevenir esta avería. Es importante comprobar que el cable no esté demasiado suelto ni demasiado tenso, y que la maneta tenga cierta holgura.
Si por desgracia el cable del embrague se rompe, tendrás que arrancar la moto sin él. Pero ten en cuenta que si lo haces con la moto parada y metiendo una marcha a capón, la moto se calará. Si lo haces acelerando, la moto saldrá haciendo un caballito y si no tienes experiencia, podrías perder el control y caerte. El truco para iniciar la marcha de la moto sin el cable de embrague es arrancarla aprovechando una cuesta abajo o con ella en movimiento. Una vez que hayas alcanzado algo de velocidad, no mucha, mete segunda y acelera un poco, preferiblemente con la marcha más larga. Es recomendable practicar esta maniobra en un sitio seguro por si algún día tienes que echar mano de ella.
Recuerda que no tienes embrague y si tienes que detener la moto, deberás llevarla hasta el punto muerto. Debes ser muy precavido en las paradas si no quieres que se te cale el motor por tirar de frenos con una marcha engranada.
Cambiar el cable del embrague no es una tarea complicada, especialmente si compras un kit original con cable y camisa, o uno que tenga medidas similares. Es recomendable añadir un poco de aceite entre el cable y la camisa para que el funcionamiento sea más suave.
Si planeas un viaje largo en moto, es recomendable llevar un cable de embrague un prisionero de repuesto. Estos elementos son fáciles de encontrar en tiendas de recambios.