A la hora de comprar un vehículo eléctrico, la duda de si son fiables y duraderos aun planea en la mente de muchos. Esta lógica duda va resolviéndose según pasa el tiempo, y empezamos a tener vehículos que alcanzan cifras sobresalientes.
No cabe duda de que la movilidad eléctrica ya está aquí. No es cuestión de saber qué nos deparará el futuro porque ya lo podemos ver en las calles día a día. Aun así, hay muchas dudas por resolver y una importante es la durabilidad física de sus baterías y su comportamiento con el paso del tiempo y de los kilómetros. Como ya hace tiempo que hay motos por la calle, comienzan a salir a la luz los estudios que las propias marcas están haciendo al respecto, y uno de los que ha llegado a nuestras manos es referente a la española Silence. Sus ingenieros han estado estudiando algunas de las motos que la empresa de mensajería ARA VINC ha estado empleando durante cinco años y con más de 100.000 kilómetros a sus espaldas, y los resultados obtenidos son ciertamente sorprendentes.
Para comenzar a conocer detalles sobre estas motos de las que hablamos nos trasladamos virtualmente hasta la ciudad de Barcelona y sus calles, que han sido testigo y a la vez parte de la prueba a la que día a día desde 2017 se han tenido que enfrentar las Silence S02. Con todo ese esfuerzo encima han sido los ingenieros de la marca española los que han sometido a un escrupuloso análisis de rendimiento a las máquinas con Joan Ferrao, ingeniero de pruebas en I+D de Silence, al frente. El banco de pruebas ha sido la prueba que ha mostrado que no se han detectado diferencias apreciables respecto a una unidad nueva. Eso sí, lógicamente, son motos mucho más sencillas en el sentido que no tienen embrague o transmisión ni aceites lo que hace que la posibilidad de fallos disminuya.
El rendimiento de la batería, el punto más sensible y sobre el que mayor dudas plantean las eléctricas, también ha sido sorprendente. Tras todo el uso ya mencionado, nos encontramos con los datos que confirman que aun a día de hoy se encuentran con un 85% de su capacidad cuando eran nuevas. Es decir, la pérdida de autonomía es de un 15% tras todo este uso y tiempo. Detrás de estas grandes cifras se encuentran, según los ingenieros de Silence, el proceso correcto de recarga de las propias baterías y es que ese punto parece determinante en la vida útil y la capacidad de estas.
Precisamente este proceso de recarga consiste en una carga completa por la noche en las instalaciones de ARA VINC, por lo que salen siempre a reparto con toda la capacidad disponible. De hecho, la empresa barcelonesa asegura que con esa carga es más que suficiente para que la moto pueda estar circulando todo el día, llegando a hacer 110 kilómetros por jornada, aunque de media en la flota se sitúa en los 100.
Quitando los daños estéticos que han ido sufriendo durante este tiempo, estos scooters eléctricos no han mostrado otros desperfectos ni averías y además se han mostrado eficaces en lo que podemos considerar el punto fuerte de los vehículos eléctricos actualmente: la ciudad. Hay que decir que de las 25 motos que componen la flota inicial, ya que ahora han comprado otras 30 más, la que menos kilómetros ha recorrido son 60.000 y sin mayores mantenimiento que la sustitución de piezas de desgaste: neumáticos y pastillas.